El
reloj taรฑe en la estancia, oscurece y la lluvia ha comenzado a caer.
«¡Uff,
Marco!, tan bello, tan joven —pienso—, espero saciar este deseo antes que
pierda la cabeza.»
Allรญ
estรก รฉl, frente al espejo, con una copa de vino en la mano me sonrรญe lujurioso.
—¿Quรฉ
puedo hacer por ti?
—Verรกs,
estoy harta de mi matrimonio. Si consigues estremecerme, te darรฉ lo que
quieras.
—Por
supuesto, este serรก nuestro secreto.
—Amor
—«Nunca me habรญan tomado tan fuerte»—. Ya no aguanto mรกs; ¡bรฉsame!
Y
asรญ, sin remordimientos, รฉl lo hace, y, mientras me acaricia, siento su piel
bajo mis dedos; siento su pasiรณn…
«¿Es
este el final?»
Amanece,
ya no soy la misma, la estรบpida que se arrastra por el imbรฉcil de mi esposo: soy
una mujer nueva.
«Tomarรฉ
este veneno, irรฉ a casa y harรฉ justicia por mi mano.»
@roagilluis
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